Es una iniciativa que articula el trabajo colaborativo de maestros y colectivos de artesanos para promover el rescate de oficios artesanales tradicionales boyacenses: el tejido de crin para los cedazos, el hilado, el tejido con agujas y el tejido en telar horizontal con lana natural ovina. Los alcances de su estrategia de formación de públicos son: 8 talleres demostrativos de oficios artesanales en escenarios turísticos, como el Mercado del Sol en Sogamoso y en espacios de Tibasosa, Iza, Cuitiva y Tota. Encuentro de compartir de experiencias de artesanas y artesanos. Materiales de divulgación web; 4 videos demostrativos, 4 spots radiales, 4 textosdigitales, 4 productos en venta online y videos en redes.

 Ideada y realizada por la Fundación Amahia, gracias a la participación de Cre-artibasosa, artesanos de Tibasosa; Unidad productiva de Tota, artesanos cedaceros; Asotejidos Cuitiva y el Taller Tejiendo Raíces Iza. Además, a Aproartes, Asociacion de artesanos de la provincia de Sugamuxi. Realizado con apoyo del Ministerio de Cultura. 

¡Te invitamos a valorar la artesanía boyacense y conocer las tradiciones artesanales de estos municipios!

Boyacá, tierra del hilado y el tejido Hilar es el arte de transformar fibras naturales en hilos, cordones o lanas, estirándolas y torciéndolas con las manos y con husos. Estas fibras pueden ser vegetales como el algodón y de origen animal como la lana de oveja. En la región de Boyacá, el hilar es un oficio artesanal tradicional que, desde la traída de ganado ovino europeo, enriquece su paisaje rural con la crianza y pastoreo de rebaños de ovejas -blancas, cafés, negras y grises-. Allí, durante generaciones, los campesinos han aprendido a hilar lana, para después tejer las famosas ruanas. Otrora, cuando el territorio era de los Muiscas, los nativos hilaban expertamente el algodón vegetal para hacer mantas que eran su principal prenda de vestir. El proceso del hilado de lana ovina comienza con la crianza de las oveja -las cuales son felices si las dejan pasear para comer en pastos frescos- después, viene el esquilado de la oveja, el lavado de la lana para quitarle grasa y residuos orgánicos, el escarmenado y, finalmente, el hilado con huso y torcido de la lana. Tibasosa, municipio de lindos jardines y espacio de encuentro del arte, la artesanía y el turismo, es una de las tantas poblaciones boyacenses donde aún se crían las ovejas e hilan las artesanas. Allí, cuenta la hilandera doña Rita, que “si te va bien, después de todo este proceso, de una ovejita puedes conseguir 4 libras de lana hilada, suficiente para hacerte una ruana”. 

Iza, la industria del Batán

El municipio de Iza, Boyacá, bello pueblo de verde paisaje, arquitectura colonial y aguas termales, fue en tiemposMuiscas enclave del cacicazgo religioso del Sugamuxi y a lo largo de su historia ha sido escenario e inspiración decronistas, artistas y artesanos.

En la vida de los abuelos, las casas de Iza resonaban diariamente con los ruidos de los telares del Batán; como lellamaban a la fabricación de cobijas, ruanas y tejidos hechos con lana natural de oveja. Aunque esta industria artesanal decayó hace décadas, aún hoy encontramos en sus campos a mujeres hilanderas, como también,encontramos talleres de tejido, que mantienen en funcionamiento los viejos telares y que revitalizan el arte de transformar la lana mediante nuevas técnicas y nuevos productos artesanales.

Cedazos, una tradición artesanal de Tota


En el municipio de Tota, Boyacá -a 26 km de la ciudad de Sogamoso- nos encontramos con los laboriosos artesanos que fabrican cedazos de crin y madera. Ellos aprendieron este ofi cio con susfamilias, lo hacían entre las labores agrícolas, los llevaban al mercado y al venderlos mejoraban sueconomía familiar.

La hechura del cedazo, es un laborioso arte, de conocimiento y destreza manual, que nos dejamaravillados. Para elaborarlos, las cedaceras tejen un fi no tamiz de crin (pelo de caballo y ganado,también llamado cerda) en un rustico telar; extendiendo las hebras de modo vertical (urdimbre) yatravesándolas en sentido horizontal, entrecruzadas con la urdimbre. Después, para ensamblar elcedazo, los artesanos buscan, cortan, cepillan las maderas haciendo unos listones que enroscan yapuntalan para obtener una pretina y un aro. Entre estos, aprisionan el tamiz, que cosen como uncordón al rededor.

Los cedazos son utensilios de cocina que sirven para cernir las harinas, las sopas, la masa de tamales,el guarapo, entre otras preparaciones culinarias tradicionales. Para hacer cocciones al vapor ytambién, como objeto decorativo.
Cuando visites Tota y compres un cedazo, recuerda que llevas con este el arte, trabajo, destreza yconocimiento de los cedaceros totenses.

Tejeduría y tejidos de lana en Cuitiva

Cuitiva es un pueblo creado sobre un antiguo caserío Muisca en el cacicazgo religioso deSugamuxi. En medio de sus montañas goza del imponente paisaje de la laguna de Tota y delmisticismo ancestral que acompaña a este gran cuerpo de agua, ubicado en una altura de más de3.000 msnm. Es un pueblo agrícola, de lindos parajes y bosques rurales, con un pequeño centrourbano, que es sitio de paso para los turistas que vienen a visitar el Lago.
Allí, las artesanas cuitivenses son conocedoras del arte de transformar la lana -un ofi ciotradicional boyacense- y producen vellones de lana natural de oveja, hilan la lana y creanprendas y accesorios con técnicas de tejido en telar puntilla, tejido en telar horizontal, tejido condos agujas y crochet. Ruanas, sacos, chalecos, capas, cuellos, bufandas, gorros, guantes,calentadoras y bolsos son algunas de sus creaciones.
Cuando pases por el municipio de Cuitiva camino hacia la laguna de Tota, en la esquina de laplaza encontrarás el punto de venta de las tejedoras de Asocuitiva; 12 artesanas que trabajan enasocio manteniendo el conocimiento de tejer la lana natural.

Proyecto «Tejido por el patrimonio artesanal boyacense»
Apoyado por el Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Estímulos.
Textos de Catherin Agudelo, Fundación Amahia. 2022

Scroll al inicio